El propósito de desarrollar esta especialidad es capacitar a los residentes en el tratamiento de pacientes con enfermedades terminales no oncológicas y oncológicas. Su objetivo es mejorar la prestación de servicios en esta área mediante un control y manejo adecuado de los signos y síntomas que presentan en esa etapa de la vida.
Costa Rica es uno de los países líderes en el área de la Salud en América Latina; su
población tiene una expectativa de vida y una epidemiología muy similar a los países
desarrollados; las enfermedades infecto-contagiosas han disminuido en forma importante para dar paso a otras enfermedades como las neurodegenerativas, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
La inversión de la pirámide poblacional por el envejecimiento demográfico ha demostrado que habrá 1,5 millones de adultos mayores en el año 2050, lo que provocará un incremento exponencial de enfermedades crónicas propias de la edad como por ejemplo: síndromes demenciales, enfermedad de Parkinson, síndromes de inmovilización avanzada y otros; sin olvidar que el cáncer y sus secuelas son las patologías más frecuente en este grupo de población.
Este cambio epidemiológico requiere de una transformación en el modelo de prestación de servicios de salud de la CCSS; por lo cual es necesario formar médicos capaces de hacer frente a esta creciente demanda de cuidados paliativos.